El espejo de la foto le perteneció a ella. Me encantaría saber la historia de cómo llegó a sus manos, pero debe tener más de 50 años.
Viajó en mi cartera desde Venezuela y fue a parar a España hace casi 7 años.
Estaba bastante deteriorado de modo que busqué la pintura que lo decora (“Los paraguas” de Renoir), medí las dimensiones, imprimí la imagen en papel adhesivo para que quedase como una pegatina / etiqueta y luego utilicé una capa transparente brillante de Glossy Accents de Inkssentials para protegerla… ¡Et voilà! Aquí lo ven. Espero que siga pasando de generación en generación.